Casalourdes se articula en torno a tres piezas características exentas, cocina/almacenaje, núcleo húmedo y cabezal/vestidor, que dotan de programa a los distintos espacios y albergan las instalaciones. El núcleo húmedo actúa de charnela entra la zona de día y de noche. Se mantiene el pavimento de jatoba natural que ya existía en la casa, y se introduce roble natural en el área de dormitorios, intercalándose ambas maderas con un degradado que sirve de transición entre día y noche. Los usos diurnos se organizan alrededor de la pieza exenta de la cocina, convirtiéndose en almacenaje en su vertiente que da al salón. La zona nocturna dispone de dos áreas de descanso delimitadas por la pieza singular del cabezal/vestidor, que a modo de tamiz da continuidad espacial permitiendo que la iluminación natural del patio inunde todo el espacio. Se eliminan todos los falsos techos, consiguiendo una mayor espacialidad al dotar a todas las estancias de una altura libre de 2,87m. Además la antigua galería se incorpora a la cocina con un gran ventanal que abre las vistas a la ciudad… y al mar!
Obra terminada